DÍA 6. Viernes 13 de diciembre de 2019. RIBEAUVILLÉ (ALSACIA-FRANCIA) – RIQUEWHIR – KAYSERSBERG – BAUME LES DAMES (FRANCO CONDADO-FRANCIA). A pesar de que la previsión climatológica para la noche era de nevada intensa, nosotros no vimos ni un solo copo de nieve. Cierto es que estábamos durmiendo, pero a ratos sí que escuchamos como la lluvia caía sobre el techo de nuestra autocaravana.

Seguía lloviendo y no había posibilidad de ver el mercado de Navidad de Ribeauvillé porque sólo lo instalan los fines de semana. Por ese motivo optamos por desplazarnos al siguiente destino, otra población de larga tradición vitícola de la zona que, además, está catalogada en la lista de Les Plus Beaux Villages de France -un galardón que premia a las poblaciones más bellas por su patrimonio artístico y cultural-. Allí nos dirigimos.
Riquewhir es otro de esos pueblos de cuento de Alsacia, un punto de parada obligada en la ruta por este bello departamento de Francia. Recorrimos los pocos kilómetros que nos separaban del destino entre un mar de viñas que, en esta época del año, estaban totalmente desnudas y despojadas de sus hojas.

Al igual que la tarde anterior en Ribeauvillé, vimos un indicador que guiaba a las autocaravanas hasta un espacio habilitado exclusivamente para ellas. Sin dudarlo nos dirigimos hacia ese lugar. Estacionamos sin problema y bajamos bien abrigados dispuestos a descubrir Riquewhir.
Tomamos la Avenue Jacques Preiss hasta llegar al edificio del Hotel de Ville, el Ayuntamiento. Esta curiosa construcción de principios del siglo XIX da acceso a la ciudad mediante un arco que permite atravesar literalmente el edificio. De esta forma se quiso rendir un homenaje a la puerta de la antigua muralla medieval.

Dejamos atrás la entrada del Ayuntamiento para tomar la principal vía neurálgica de Riquewhir, la Rue du Général de Gaulle, una concurrida calle empedrada con mucha vida. A nuestra izquierda vimos que se ubicaba el Mercado de Navidad, pero decidimos dejar la visita para la vuelta.
Esta calle principal está flanqueada por casas típicas alsacianas construidas entre los siglos XV y XVI. Sus adoquines, junto a la madera tallada y la piedra de las fachadas, confiere al lugar una belleza especial. Los colores de los rebozados no hacen más que ensalzar su encanto.

La lluvia, que aparecía y desaparecía con una facilidad pasmosa, nos obligaba a abrir y cerrar constantemente nuestros paraguas. No obstante, la climatología no nos iba a impedir disfrutar de Riquewhir. Fuimos paseando entreteniéndonos con los diversos y variados comercios que copan esta calle decorados a la perfección. Como no podía ser de otra manera, en unos locales que había en un patio interior, compramos unos bretzels que fueron devorados mientras paseábamos.
Seguimos remontado aquella arteria principal de Riquewhir en sentido ascendente simplemente dejándonos llevar de forma natural entre el resto de visitantes.
Finalmente llegamos al final de esta larga avenida. Justo allí se encuentran dos de los lugres más emblemáticos de la ciudad: la Torre Dolder y la Fuente de la Sinne.
La Torre Dolder es una antigua torre defensiva que data del siglo XIII. Sus 25 metros de altura la convierten en el edificio más alto de Riquewhir. Su interior puede ser visitado ya que alberga un museo donde se exponen armas de la época y diversas obras de arte locales. Al igual que el Ayuntamiento, sirve como puerta de acceso y salida del núcleo histórico de la ciudad. Una de sus caras, la interior, es de estilo típico alsaciano con un bonito reloj en la fachada. La exterior, mucho más sobria, nos recuerda que era un edificio defensivo.


La Fontaine de la Sinne, originaria del siglo XVI, está ubicada justo a los pies de la torre. De su columna central, dominada por la figura del león, emanan cuatro caños que tenían como función originaria el lavado de las barricas que transportaban y almacenaban el vino producido en la zona.

Cuando íbamos a emprender el camino de vuelta nos llamó la atención una tienda con una decoración muy especial. Se trataba de la tienda Käthe Wohlfahrt, una franquicia dedicada exclusivamente a decoración navideña. Aunque un par de días antes en Estrasburgo ya habíamos visitado una, no pudimos evitar volver a entrar en ella.
Después de un buen rato en el interior del local quisimos perdernos un rato por los alrededores de la Rue du Général De Gaulle, la calle principal. Simplemente nos dedicamos a descubrir rincones curiosos de Riquewhir.
Finalmente fuimos deshaciendo el camino hecho durante la mañana recorriendo la Rue du Général De Gaulle en sentido contrario. A pesar de haber pasado ya unas cuantas veces por esa arteria principal, no dejábamos de fijarnos en detalles en los que no habíamos reparado hasta ese momento.

Al iniciar la visita, habíamos dejado pendiente el Marché de Noël que había justo en el edificio del Hotel de Ville. Era el momento de perdernos en él. Realmente no era un mercado demasiado grande, pero estaba animado a esas horas. Compramos tres variedades de pain d’èpices, un típico postre navideño elaborado a base de jengibre, miel y diversas especias. Actualmente existen múltimpes variedades con sabores afrutados.
Ya en nuestra Snaky nos pusimos en camino hacia nuestro último destino de este viaje, la vecina población de Kaysersberg. Llegamos en apenas unos veinte minutos y nos dirigimos directamente al área de autocaravanas que nos indicaba la App que utilizamos habitualmente.
Al llegar nos dimos cuenta de que estaba cerrada. El personal de la organización nos desvió a otro lugar habilitado para autocaravanas. No nos convenció en absoluto. Aquel lugar, un campo de futbol reconvertido en estacionamiento, estaba abarrotado hasta la bandera.
Por si fuera poco, nos pretendían cobrar 24 horas independientemente del tiempo que estuviéramos. Aquella actitud tan impositiva junto a la lluvia que volvía a arreciar, nos hizo decidirnos por no visitar el pueblo que, todo sea dicho, parecía muy bonito desde fuera.
Paramos a comer en el parking de una gran superficie y nos dispusimos a iniciar el largo camino de vuelta a casa.
Fue una tarde de conducción. Entramos en la autopista y dejamos atrás el departamento de la Alsacia. Fuimos devorando kilómetros progresivamente hasta que el cansancio nos atrapó a la altura de una población llamada Baume-les-Dames, en plena región de Borgoña-Franco Condado. Allí, en el área de autocaravanas de Baume-les-Dames, pasamos una tranquila noche.

DÍA 7. Sábado 14 de diciembre de 2019. BAUME-LES-DAMES (FRANCO CONDADO-FRANCIA) – AVIGNON (PROVENZA-FRANCIA). Ya con las fuerzas repuestas, sobre las 10 de la mañana, nos pusimos de nuevo al volante dispuestos a recorrer los más de 800 kilómetros que nos separaban de casa.
Repostamos GLP y gasoil antes de entrar en la autopista ya que el precio del combustible en Francia es caro y varía mucho de una estación de servicio a otra. Fue una jornada de conducción únicamente interrumpida por una breve pausa para hacer un café en el área de Le Poulé de Bresse y para comer en otra área de descanso pasada la ciudad de Lyon.
A pesar de las largas horas de conducción la vuelta no se nos estaba haciendo demasiado pesada. Las horas iban pasando mientras comentábamos entre nosotros las experiencias y anécdotas acumuladas en este viaje.
Atravesamos las regiones de Bourgogne-Franche Comté, Auvergne-Rhône-Alps y entramos en Provence-Alps-Côte d’azur. A pesar de que no era tarde, sobre las 17:30 horas, nos pareció una buena idea pasar la noche en una ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que hemos visitado en más de una ocasión pero que no nos importa en absoluto repetir, Avignon.
Ya conocíamos la ciudad en otoño -puedes consultar la entrada aquí– y en verano -puedes consultar la entrada aquí-, ahora nos faltaba en invierno. Además, nos iba a servir para comparar la Navidad de Alsacia con la Navidad de Provenza.
Nos dirigimos directamente al Camping Bagatelle. Es una buena opción que ya conocíamos para visitar la ciudad y descansar con tranquilidad. Tan solo nos cobraron 9,50 euros con todos los servicios incluidos sin luz. Al fin y al cabo, para pasar una noche era más que suficiente. Nos instalamos y salimos a conocer la Navidad Provenzal.
En ese preciso momento ya detectamos la primera de las diferencias con Alsacia, la temperatura. Mientras que en Alsacia difícilmente se superaban durante toda la jornada los cinco grados, en Avignon estábamos a unos más que confortables doce.
Cruzamos el río Rhône dejando a nuestra izquierda el famoso Pont d’Avignon para acercarnos a la entrada amurallada de la ciudad. Las vistas, como siempre en esta bonita población con el Palacio de los Papas definiendo el skyline, eran espectaculares.


Superamos la puerta de la muralla y accedimos al núcleo histórico de Avignon por la Place Crillon. Una solitaria, pero llamativa bola de Navidad nos dio la bienvenida a la ciudad.

Nos adentramos en Avignon hacia la Place de l’Horloge, lugar donde se encuentra el Hotel de Ville que estaba perfectamente engalardonado para la ocasión. El carrusel que suele estar en la plaza habitualmente, también estaba delicadamente ornamentado. En las calles céntricas pudimos observar fuertes medidas de seguridad. Soldados de la infantería francesa patrullaban la zona con armas largas bajo la discreta mirada de los transeúntes.


Nos acercamos al Palacio de los Papas. Esperábamos que estuviera decorado con adornos navideños, pero únicamente lucía la iluminación habitual. No obstante, este emblemático edificio es siempre espectacular.

Visitados estos lugares tomamos la arteria principal de la ciudad, la Rue de la République. Al igual que habíamos visto en verano, la calle se había transformado en peatonal. Esto permitía poder pasear por ella sin preocuparse por el tráfico rodado.
Disfrutamos del gran ambiente que había en ella. Paseando admirando los comercios y la iluminación navideña que, aun siendo bonita, no podía compararse con lo visto en ciudades como Estrasburgo o Colmar. Nos llamó especialmente la atención una chocolatería que ofrecía réplicas de objetos cotidianos hechos íntegramente de este dulce. Nos recordó mucho a una que habíamos visto ese mismo verano en Brujas -puedes consultar la entrada aquí-. Eran deliciosas obras de arte artesanas.
En su tramo final, ya llegando a Remparts, localizamos el mercado de Navidad. La antigua puerta de la muralla daba la bienvenida la Cité de la Lumière.
No era gran cosa, apenas dos decenas de paradas. Tampoco era nada comparable con lo visto en Alsacia durante los días previos.
Ya habíamos cumplido nuestro “objetivo” de ese día, comparar como se celebra la Navidad en Alsacia y en Provenza. Fácilmente no habíamos dado cuenta que no había color. En Alsacia la Navidad se vive con mucha más ilusión y pasión. El frio del norte de Francia invita a tomar un vin chaud y unas salchichas con choucroute, cosa que no ocurre en el sur donde la temperatura es mucho más contenida.
Deshicimos el camino y nos dirigimos al camping donde aguardaba nuestra autocaravana para pasar una noche tranquila, la que iba a ser la última de este entrañable viaje.

DÍA 8. Domingo 15 de diciembre de 2019. AVIGNON (PROVENZA-FRANCIA) – BAIX LLOBREGAT (CATALUNYA-ESPAÑA). Ahora sí que podíamos afirmar con cierta nostalgia que el viaje al corazón de la Navidad ya había acabado. Tan solo unas horas de conducción nos separaban de casa.
Sin ninguna prisa, como si inconscientemente quisiéramos alargar el inicio de la vuelta a casa, desayunamos en nuestra Snaky.

El soleado día no invitaba en absoluto a ponerse en marcha. No obstante, teníamos una tirada nada despreciable hasta casa. Arrancamos y dejamos atrás Avignon y su famoso puente que da vida a la conocida canción típica francesa.

El tramo de conducción hasta casa no se nos hizo demasiado pesado. Fuimos disfrutando de buenos momentos en familia y de los paisajes que la ruta ofrecía.
A media tarde llegamos a casa. Había que descargar nuestro vehículo y prepararse para volver a las rutinas del día a día. El odioso lunes nos esperaba a la mañana siguiente.
Con nosotros, además de una colección de vasos de vin chaud de diversas poblaciones que habíamos visitado, se vinieron un buen puñado de recuerdos y la experiencia de un viaje inolvidable y muy entrañable.

¡Por fin habíamos podido realizar este viaje que tanto deseábamos hacer hacía tiempo!

Reblogueó esto en Dosenelcaminoy comentado:
Menudo viaje. Increíble. Una entrada muy completa y práctica.
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Muchas gracias por tu comentario. Era un viaje que deseábamos hacer desde las Navidades anteriores y que tuvimos que posponer. La verdad es que fue muy entrañable. Me alegro de que te parezca una buena entrada y de que aporte información. Saludos!
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